Sánchez escenifica un acercamiento a sus socios pero Podemos responde pidiendo una investigación sobre las muertes en Melilla

  • El presidente compartió acto, fotografías y conversaciones con las líderes moradas, Ione Belarra e Irene Montero.
  • Unidas Podemos se alía con ERC o EH Bildu para pedir al Congreso que indague en la actuación policial en Melilla.
  • Tanto el PSOE como los morados descartan de plano el riesgo de ruptura: "Hace falta más coalición que nunca".
El presidente Pedro Sánchez, junto a las ministras Ione Belarra e Irene Montero.
El presidente Pedro Sánchez, junto a las ministras Ione Belarra e Irene Montero.
EFE
El presidente Pedro Sánchez, junto a las ministras Ione Belarra e Irene Montero.

El Gobierno vive días de tira y afloja. Tras unas semanas de tensión entre PSOE y Unidas Podemos, ambas formaciones escenificaron este miércoles un acercamiento celebrando conjuntamente el acto de presentación del Plan de Acción Estatal de Garantía Infantil. A ese evento, además de la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, acudió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y también la ministra de Igualdad y número dos morada, Irene Montero, que se dejaron fotografiar juntos y en actitud distendida.

Más allá del contenido del acto, esta escenificación de unidad es un gesto que intenta reflejar que el Gobierno mantiene la sintonía pese a los últimos desencuentros, que lo han llevado a vivir uno de sus peores momentos de la legislatura. No obstante, las tiranteces en el Ejecutivo están lejos de haber terminado, y buena prueba de ello es que, apenas unos minutos después de finalizar ese acto con la presencia de Sánchez, Belarra y Montero, Unidas Podemos registró en el Congreso una solicitud para que se abra una comisión de investigación relativa a la muerte de varias decenas de inmigrantes hace unos días en la frontera de Melilla, mientras intentaban cruzar ilegalmente la valla.

Los morados no presentaron esa iniciativa en solitario, sino que lo hicieron junto a la mayoría de los socios parlamentarios del Gobierno, que -al igual que Unidas Podemos- se han mostrado frontalmente contrarios al cambio de posición del PSOE con respecto a la política migratoria y la relación con Marruecos. Está prácticamente descartado que la comisión de investigación vaya a ponerse en marcha porque necesitaría, precisamente, que los socialistas la apoyaran en el Congreso, algo que parece muy improbable. Pero solo el hecho de haberla solicitado revela que la brecha dentro del Gobierno y de la parte socialista con ERC o EH Bildu es profunda y, por ahora, no se ha cerrado.

No obstante, que Unidas Podemos haya centrado su acción parlamentaria sobre Melilla en esta iniciativa tiene una segunda lectura más positiva para el Ejecutivo. Los morados son perfectamente conscientes de que, sin el apoyo socialista, la comisión de investigación no va a ponerse en marcha, lo que les permite expresar su reproche al PSOE sin correr el riesgo de que el Congreso ponga la lupa sobre el Gobierno durante meses. Y, por el contrario, Unidas Podemos no ha querido confirmar su apoyo a la petición de ERC, EH Bildu, Más País y otros socios para obligar a Sánchez a comparecer en la Cámara Baja, lo cual ha evitado que se abra una nueva herida en la coalición.

La ruptura, descartada

Y es que, tanto en público como en privado, las cúpulas de PSOE y Unidas Podemos aseguran que estas discrepancias no van a acabar en ningún caso en una ruptura de la coalición. Ambos partidos se reunirán en los próximos días -aún no hay una fecha cerrada- para intentar reconducir su relación tras el último desencuentro: la aprobación de un crédito de 1.000 millones para aumentar de forma extraordinaria el presupuesto de defensa, una decisión que los morados aseguran que los socialistas les ocultaron. El encuentro se celebrará a instancias de la vicepresidenta Yolanda Díaz, que fue quien lo pidió formalmente este martes para evaluar la salud de la alianza. 

Este miércoles, la propia Díaz lanzó un dardo al PSOE asegurando que no debería "arrinconar" a Unidas Podemos a la hora de aplicar políticas. Pero también quiso insistir en que la coalición no corre ningún riesgo de ruptura y, de hecho, aseguró que es necesario que haya "más coalición que nunca" porque no existe otra "alternativa" de Gobierno progresista. La vicepresidenta, asimismo, anunció que ella misma negociará con Sánchez para "buscar todas las fórmulas imaginativas sobre el presupuesto de defensa" que pongan de acuerdo a las dos alas del Ejecutivo. "Lo que más me importa es que los españoles no sufran" y solucionar "la crisis económica y social que vive el país", sostuvo.

Las de Díaz no fueron las únicas palabras de distensión con las que los socios trataron de alejar el fantasma de la ruptura. Belarra afirmó este mismo miércoles en una entrevista en 20minutos que "merece la pena" estar dentro del Ejecutivo pese a los desacuerdos, mientras Irene Montero dejó claro que PSOE y Unidas Podemos van a "seguir gobernando". Por parte de los socialistas, el presidente Sánchez agradeció expresamente a Belarra haberle invitado al acto sobre pobreza infantil, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, restó importancia a las discrepancias. "Claro que a veces tenemos visiones diferentes y no pasa nada porque las solucionamos como solucionamos todo: dialogando", apuntó.

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